de traidores o de lo que es o no es patriotismo. En ese sentido, la "neutralidad" y la "objetividad" son entelequias, como lo es afirmar que la prensa es "un cuarto poder". Otra cosa es un comportamiento ético y responsable del periodismo, que tienda hacia la veracidad con buena fe. Tanto en épocas de paz como de guerra se entremezclan el poder político, el económico y el mediático y ello es todavía más notorio ahora por la concentración de esos tres poderes en pocas manos.
La noticia saltó a los medios de comunicación de todo el mundo: Cuando Irak invadió Kuwait en agosto de 1990, unos soldados sacaron 312 bebés de las incubadoras del hospital Al-Addam y los dejaron morir en el suelo. Un grupo de testigos declaró ante el Comité de Derechos Humanos del Congreso de EEUU sobre lo ocurrido. Entre ellos una joven de quince años que describió con todo detalle el suceso. El hecho impactó de tal forma en la opinión pública que influyó de manera determinante en el apoyo de los congresistas a la invasión. Incluso el presidente norteamericano Bush citó esta historia hasta seis veces en uno de sus discursos. Se trató en un foro internacional de la ONU y dos días después esta organización aprobó la intervención militar.
Médicos de distintas nacionalidades que estuvieron en Kuwait durante la ocupación también niegan que se hubiese producido un hecho así. Nadie confirma aquello. ¿Qué pasó realmente?Unos años después y como resultado de un impresionante trabajo de investigación realizado por la cadena canadiense CBC ve la luz el documental "Vender la guerra", que en nuestro país fue emitido por La 2 de TVE -pasando totalmente desapercibido-.
En el documental aparece el ejecutivo de la empresa y dice ante la cámara que como la ciudadanía de EEUU no reaccionaba se preguntaron: '¿Qué podemos hacer para convencerles de la necesidad de una intervención? Había que hacerles ver que Sadam era un loco peligroso al que había que parar'. Casi sin inmutarse explica cómo se les ocurrió el montaje de las incubadoras y cómo llevan como testigo estrella a una adolescente a la que aleccionaron debidamente y que resultó ser la hija del embajador de Kuwait en EEUU -algo que desconocían los congresistas-.Todos ellos le sirven de base para explicar cómo se prepara mediáticamente el terreno para justificar una guerra. "Convencer a la ciudadanía de un país no debería ser tarea fácil. Para hacerlo, sin duda ayuda que los ejércitos no estén formados mediante reclutamiento forzoso y sean soldados profesionales y remunerados. Pero la política de comunicación, los razonamientos con los que se justifique la intervención y el grado de disposición a la causa que presenten los medios es fundamental.
En efecto, dicen que una guerra no empieza con la primera bala sino mucho antes, en la mente de las personas. Por eso es ahí donde justamente los medios afines trabajan sin descanso. ¿Cómo? Omitiendo informaciones relevantes para comprender un conflicto, ocultando datos, señalando rápidamente el enemigo a perseguir e incluso caricaturizándolo. Más tarde, una vez que estalla el conflicto, llegan los "empotrados", periodistas incorporados en cowboys militares dispuestos a informar de todo lo que acontece en primera línea de fuego.
Dentro del contexto bélico es importante destacar la tarea de "cirugía estética" que llevan a cabo muchos medios. Auténticos expertos en cambiar el sentido de las palabras, vaciarlas de contenido, restar importancia a lo que realmente la tiene y crear unos escenarios totalmente ficticios para desviar la atención. La Doctora en Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, Ángeles Díez explica cómo podemos encontrarnos con "bombas que no matan ni destrozan cuerpos, cuerpos que no sangran, civiles que nunca mueren o si lo hacen se convierten en errores -sin mala intención- o daños colaterales. Cómo el paso del tiempo puede dar por concluida una guerra y la información se va trasladando hacia las últimas páginas de la sección, donde ya no hay grandes titulares, a veces ni siquiera pequeños, y si la fuerza de los hechos los hace llegar a las primeras páginas de nuevo, entonces todo queda descontextualizado: ¿qué sentido tiene ya, si la guerra se terminó?".
La violencia vende. Como dice el psiquiatra Luis Rojas Marcos, desde los principios de la civilización en casi todas las culturas, el hombre ha sentido fascinación por los relatos y escenas de violencia. Si a ello añadimos que detrás de un medio de comunicación hay un grupo empresarial que vende productos, tendremos la palabra "negocio". La mercancía es la noticia que consume una audiencia, que proporciona una publicidad que a su vez genera pingües ingresos. Pero además obtienen otro valor añadido muy importante a medio y largo plazo: crear opinión pública, calar en las mentes de las personas, conseguir "consumidores".
La violencia vende. Como dice el psiquiatra Luis Rojas Marcos, desde los principios de la civilización en casi todas las culturas, el hombre ha sentido fascinación por los relatos y escenas de violencia. Si a ello añadimos que detrás de un medio de comunicación hay un grupo empresarial que vende productos, tendremos la palabra "negocio". La mercancía es la noticia que consume una audiencia, que proporciona una publicidad que a su vez genera pingües ingresos. Pero además obtienen otro valor añadido muy importante a medio y largo plazo: crear opinión pública, calar en las mentes de las pers Existen muchas fórmulas. Una de ellas consiste simplemente en no informar. Las noticias internacionales cotizan a la baja. No interesan a los grandes medios, que han reducido el espacio y el tiempo dedicado a la sección internacional -en EEUU entre un 70 y 80% - en estos últimos quince o veinte años. Han decidido dar más importancia a la información local y nacional. A lo próximo, lo que ocurre cerca de nuestra casa. A veces las noticias se ofrecen fragmentadas, con lo cual pierden su contexto y sentido. El ejemplo más sorprendente de todo esto junto lo tenemos en Estados Unidos. Allí estuvo viviendo durante muchos años el periodista Mancho Tamames, que además tuvo la oportunidad de recorrer más de veinticinco estados. En su libro "La Cultura del Mal" (Espejo de Tinta) nos explica que "allí los medios de comunicación son compañías de entretenimiento que no informan de nada.onas, conseguir "consumidores".
Sus preocupaciones se ciñen a cuestiones locales que les han inculcado con lenguaje y formatos sensacionalistas.
Sus preocupaciones se ciñen a cuestiones locales que les han inculcado con lenguaje y formatos sensacionalistas.
Depende. Van cambiando con los tiempos y EEUU sigue siendo el ejemplo que mejor lo ilustra. "Primero fueron los pieles rojas -recuerda Tamames-, luego surge el miedo a los negros, la "amenaza nipona", la "amenaza soviética", la "amenaza cubana", la "amenaza china", el "eje del mal", el "terrorismo internacional" y cuando la India se convierta definitivamente en nueva potencia económica se convertirá también en amenaza.
"En este momento -advierte Pascual Serrano-, acaban de decidir que Hugo Chávez es terrorista porque dicen que aparece en los ordenadores de Raúl Reyes. Hace un tiempo decían que era dictador pero como ganaba elecciones, no coló. Luego dijeron que era un peligro para la región porque compraba muchas armas. Pero al final Chávez no ha pegado un sólo tiro mientras que Colombia sí y no se ha dicho nada. Irak sigue estando en la lista negra, así como Cuba o Corea. El caso de Gadafi es revelador. Antes era un terrorista y un peligro para la humanidad, pero desde que empezó a comprar armas a Francia y otros países occidentales y bajó su discurso antiimperialista, ya no molesta, cuando en el fondo sigue siendo el mismo que era antes. El eje del mal sólo contempla coyunturas estratégicas o geopolíticas que interesan a los poderosos, no justicia social ni defensa de derechos humanos".
Es posible y además necesario, pero es algo que no se enseña en la universidad. De momento los periodistas que salen de ella y tienen la suerte de encontrar un trabajo saben que su primera cita son las ruedas de prensa y por lo general sin preguntas. Se graban las declaraciones que lee el personaje de turno y se entrega el material -sin digerir- a la redacción. Otros redactores son los encargados de cortar, pegar, extractar o sacar fuera de contexto lo que "interese" publicar. La mayor parte de las noticias que nos llegan a diario se elaboran resumiendo textos de las agencias, sin críticas ni reflexiones, o son producto de un rosario de ruedas de prensa que tienen lugar en la ciudad. Un estudio de la Universidad Camilo José Cela de Madrid apunta que de cada diez noticias televisivas de las principales cadenas españolas, ocho se elaboran con el contenido proporcionado por un informante cuyos intereses están afectados directamente por la noticia. Casi el 80% de las informaciones son fruto de actos declarativos. Es decir, son noticias "sugeridas".
La historia de los medios de comunicación es en gran
Parte la crónica de la tensión originada por los intentos
Desarrollados en procura de su control. Los medios de
Comunicación no nacieron libres, sino sometidos al poder
Público más exactamente, como instrumentos de su acción.
Y la aventura de su independencia corre pareja a la
Conquista de la libertad política. Desde las limitaciones reales
Al uso de la imprenta hasta el establecimiento de las garantías
Jurídicas de que gozan hoy los medios en las sociedades libres
Hay un largo trecho en el que se enclava la hazaña de dos
Movimientos paralelos: la limitación de las competencias del
Poder político y la ampliación de las oportunidades de la
Sociedad. La libertad de expresión o, por decirlo más exactamente,
El derecho de los ciudadanos a la información es una
Moneda escasa en el mundo y aun en esa minoría privilegiada
De países en que se detecta un grado- apreciable de libertad,
Los atentados contra ella son habituales. Por supuesto,
Convenientemente disfrazados. El panorama no es ciertamente halagüeño. La confrontación
Es evidente y el Gobierno tiene todas las de ganar. Pero no se trata aquí de certificar la reanudación del combate entre
El poder y la información, sino, caminando un poco más allá,
De exponer los puntos de conflicto que revelan la existencia
De una tensión perjudicial para la vitalidad de la libertad
Informativa.
En primer lugar, conviene descubrir el grado de
Presencia del Estado en los medios de comunicación y, lo que
Es también importante, cuál es la tendencia, si al engrandecí
Miento del poder de gestión del Estado o a su reducción.
2. Un aspecto altamente significativo de la acción del
Estado es su penetración en los órganos de decisión de los
Medios informativos.
3. Otras veces, el Gobierno consigue entrar en los medios
De comunicación mediante "fieles" profesionales a su servicio.
Sería, quizás, exagerado hablar de una labor de espionaje en
Los medios de comunicación donde frecuentemente no hay
Nada que espiar, pero sí se puede, y se debe, prestar
Atención a la labor que ocasionalmente realizan auténticos
"relaciones públicas" del Gobierno y también de los
Partidos de la oposición Lah militancia política de los
Profesionales es una violencia ejercida sobre la libertad de
Expresión.
4. Las instituciones políticas mantienen, en ocasiones,
Desprotegidos a los profesionales. Es otro modo de procurar
Su debilidad. El flanco más frágil de los informadores es el
Que les enfrenta con el poder judicial.
5. Hay otra desprotección, la que afecta a los medios, que
Consigue parecidos objetivos.
6. Además de todo eso, las autoridades públicas pueden
Atentar contra la libre información, dando la espalda a los
Informadores y a los medios.
7. Y luego hay que observar la reacción del poder político
Ante la información. Cuando responde con el disgusto y con
La represalia, la libertad de expresión corre peligro. Hay
Políticos a quienes se les indigesta con frecuencia el sapo que
Han de desayunarse cada día e intentan "premiar" y "castigar"
A los periodistas. Ciertos
Sólo está luchando contra su propio futuro, sino también
Poniendo en riesgo una institución fundamental de la sociedad
En libertad.
Estos síntomas de la tentación autoritaria son indicadores
Ciertos de agresiones a la libertad de información o, dicho
Más precisamente, al derecho a la información de los
Ciudadanos en la contienda inevitable entre el poder y los
Medios. Los medios de comunicación deben ser entendidos
Como vehículos para el control social de la acción del
Gobierno y, en general, de todos los poderes.
El propósito de extender, sus posibilidades de control es
Una constante de todo poder público, incluso en las sociedades
Más libres. Salvando las distancias, la información es
Para un Gobierno un objetivo a conquistar tan apetitoso
Como el Parlamento. Si las Cámaras parlamentarias nacieron,
Entre otras cosas, para controlar la acción ejecutiva, a veces
Han sucumbido bajo la capacidad de gestión de los gobiernos,
De tal modo que se ha variado el sentido de la dirección del
Ejercicio de control: no es el Parlamento el que controla al
Gobierno, sino precisamente éste el que controla, a aquél,
Trastocando una regla de oro de la democracia.
La noticia saltó a los medios de comunicación de todo el mundo: Cuando Irak invadió Kuwait en agosto de 1990, unos soldados sacaron 312 bebés de las incubadoras del hospital Al-Addam y los dejaron morir en el suelo. Un grupo de testigos declaró ante el Comité de Derechos Humanos del Congreso de EEUU sobre lo ocurrido. Entre ellos una joven de quince años que describió con todo detalle el suceso. El hecho impactó de tal forma en la opinión pública que influyó de manera determinante en el apoyo de los congresistas a la invasión. Incluso el presidente norteamericano Bush citó esta historia hasta seis veces en uno de sus discursos. Se trató en un foro internacional de la ONU y dos días después esta organización aprobó la intervención militar.
Médicos de distintas nacionalidades que estuvieron en Kuwait durante la ocupación también niegan que se hubiese producido un hecho así. Nadie confirma aquello. ¿Qué pasó realmente?Unos años después y como resultado de un impresionante trabajo de investigación realizado por la cadena canadiense CBC ve la luz el documental "Vender la guerra", que en nuestro país fue emitido por La 2 de TVE -pasando totalmente desapercibido-.
En el documental aparece el ejecutivo de la empresa y dice ante la cámara que como la ciudadanía de EEUU no reaccionaba se preguntaron: '¿Qué podemos hacer para convencerles de la necesidad de una intervención? Había que hacerles ver que Sadam era un loco peligroso al que había que parar'. Casi sin inmutarse explica cómo se les ocurrió el montaje de las incubadoras y cómo llevan como testigo estrella a una adolescente a la que aleccionaron debidamente y que resultó ser la hija del embajador de Kuwait en EEUU -algo que desconocían los congresistas-.Todos ellos le sirven de base para explicar cómo se prepara mediáticamente el terreno para justificar una guerra. "Convencer a la ciudadanía de un país no debería ser tarea fácil. Para hacerlo, sin duda ayuda que los ejércitos no estén formados mediante reclutamiento forzoso y sean soldados profesionales y remunerados. Pero la política de comunicación, los razonamientos con los que se justifique la intervención y el grado de disposición a la causa que presenten los medios es fundamental.
En efecto, dicen que una guerra no empieza con la primera bala sino mucho antes, en la mente de las personas. Por eso es ahí donde justamente los medios afines trabajan sin descanso. ¿Cómo? Omitiendo informaciones relevantes para comprender un conflicto, ocultando datos, señalando rápidamente el enemigo a perseguir e incluso caricaturizándolo. Más tarde, una vez que estalla el conflicto, llegan los "empotrados", periodistas incorporados en cowboys militares dispuestos a informar de todo lo que acontece en primera línea de fuego.
Dentro del contexto bélico es importante destacar la tarea de "cirugía estética" que llevan a cabo muchos medios. Auténticos expertos en cambiar el sentido de las palabras, vaciarlas de contenido, restar importancia a lo que realmente la tiene y crear unos escenarios totalmente ficticios para desviar la atención. La Doctora en Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, Ángeles Díez explica cómo podemos encontrarnos con "bombas que no matan ni destrozan cuerpos, cuerpos que no sangran, civiles que nunca mueren o si lo hacen se convierten en errores -sin mala intención- o daños colaterales. Cómo el paso del tiempo puede dar por concluida una guerra y la información se va trasladando hacia las últimas páginas de la sección, donde ya no hay grandes titulares, a veces ni siquiera pequeños, y si la fuerza de los hechos los hace llegar a las primeras páginas de nuevo, entonces todo queda descontextualizado: ¿qué sentido tiene ya, si la guerra se terminó?".
La violencia vende. Como dice el psiquiatra Luis Rojas Marcos, desde los principios de la civilización en casi todas las culturas, el hombre ha sentido fascinación por los relatos y escenas de violencia. Si a ello añadimos que detrás de un medio de comunicación hay un grupo empresarial que vende productos, tendremos la palabra "negocio". La mercancía es la noticia que consume una audiencia, que proporciona una publicidad que a su vez genera pingües ingresos. Pero además obtienen otro valor añadido muy importante a medio y largo plazo: crear opinión pública, calar en las mentes de las personas, conseguir "consumidores".
La violencia vende. Como dice el psiquiatra Luis Rojas Marcos, desde los principios de la civilización en casi todas las culturas, el hombre ha sentido fascinación por los relatos y escenas de violencia. Si a ello añadimos que detrás de un medio de comunicación hay un grupo empresarial que vende productos, tendremos la palabra "negocio". La mercancía es la noticia que consume una audiencia, que proporciona una publicidad que a su vez genera pingües ingresos. Pero además obtienen otro valor añadido muy importante a medio y largo plazo: crear opinión pública, calar en las mentes de las pers Existen muchas fórmulas. Una de ellas consiste simplemente en no informar. Las noticias internacionales cotizan a la baja. No interesan a los grandes medios, que han reducido el espacio y el tiempo dedicado a la sección internacional -en EEUU entre un 70 y 80% - en estos últimos quince o veinte años. Han decidido dar más importancia a la información local y nacional. A lo próximo, lo que ocurre cerca de nuestra casa. A veces las noticias se ofrecen fragmentadas, con lo cual pierden su contexto y sentido. El ejemplo más sorprendente de todo esto junto lo tenemos en Estados Unidos. Allí estuvo viviendo durante muchos años el periodista Mancho Tamames, que además tuvo la oportunidad de recorrer más de veinticinco estados. En su libro "La Cultura del Mal" (Espejo de Tinta) nos explica que "allí los medios de comunicación son compañías de entretenimiento que no informan de nada.onas, conseguir "consumidores".
Sus preocupaciones se ciñen a cuestiones locales que les han inculcado con lenguaje y formatos sensacionalistas.
Sus preocupaciones se ciñen a cuestiones locales que les han inculcado con lenguaje y formatos sensacionalistas.
Depende. Van cambiando con los tiempos y EEUU sigue siendo el ejemplo que mejor lo ilustra. "Primero fueron los pieles rojas -recuerda Tamames-, luego surge el miedo a los negros, la "amenaza nipona", la "amenaza soviética", la "amenaza cubana", la "amenaza china", el "eje del mal", el "terrorismo internacional" y cuando la India se convierta definitivamente en nueva potencia económica se convertirá también en amenaza.
"En este momento -advierte Pascual Serrano-, acaban de decidir que Hugo Chávez es terrorista porque dicen que aparece en los ordenadores de Raúl Reyes. Hace un tiempo decían que era dictador pero como ganaba elecciones, no coló. Luego dijeron que era un peligro para la región porque compraba muchas armas. Pero al final Chávez no ha pegado un sólo tiro mientras que Colombia sí y no se ha dicho nada. Irak sigue estando en la lista negra, así como Cuba o Corea. El caso de Gadafi es revelador. Antes era un terrorista y un peligro para la humanidad, pero desde que empezó a comprar armas a Francia y otros países occidentales y bajó su discurso antiimperialista, ya no molesta, cuando en el fondo sigue siendo el mismo que era antes. El eje del mal sólo contempla coyunturas estratégicas o geopolíticas que interesan a los poderosos, no justicia social ni defensa de derechos humanos".
Es posible y además necesario, pero es algo que no se enseña en la universidad. De momento los periodistas que salen de ella y tienen la suerte de encontrar un trabajo saben que su primera cita son las ruedas de prensa y por lo general sin preguntas. Se graban las declaraciones que lee el personaje de turno y se entrega el material -sin digerir- a la redacción. Otros redactores son los encargados de cortar, pegar, extractar o sacar fuera de contexto lo que "interese" publicar. La mayor parte de las noticias que nos llegan a diario se elaboran resumiendo textos de las agencias, sin críticas ni reflexiones, o son producto de un rosario de ruedas de prensa que tienen lugar en la ciudad. Un estudio de la Universidad Camilo José Cela de Madrid apunta que de cada diez noticias televisivas de las principales cadenas españolas, ocho se elaboran con el contenido proporcionado por un informante cuyos intereses están afectados directamente por la noticia. Casi el 80% de las informaciones son fruto de actos declarativos. Es decir, son noticias "sugeridas".
La historia de los medios de comunicación es en gran
Parte la crónica de la tensión originada por los intentos
Desarrollados en procura de su control. Los medios de
Comunicación no nacieron libres, sino sometidos al poder
Público más exactamente, como instrumentos de su acción.
Y la aventura de su independencia corre pareja a la
Conquista de la libertad política. Desde las limitaciones reales
Al uso de la imprenta hasta el establecimiento de las garantías
Jurídicas de que gozan hoy los medios en las sociedades libres
Hay un largo trecho en el que se enclava la hazaña de dos
Movimientos paralelos: la limitación de las competencias del
Poder político y la ampliación de las oportunidades de la
Sociedad. La libertad de expresión o, por decirlo más exactamente,
El derecho de los ciudadanos a la información es una
Moneda escasa en el mundo y aun en esa minoría privilegiada
De países en que se detecta un grado- apreciable de libertad,
Los atentados contra ella son habituales. Por supuesto,
Convenientemente disfrazados. El panorama no es ciertamente halagüeño. La confrontación
Es evidente y el Gobierno tiene todas las de ganar. Pero no se trata aquí de certificar la reanudación del combate entre
El poder y la información, sino, caminando un poco más allá,
De exponer los puntos de conflicto que revelan la existencia
De una tensión perjudicial para la vitalidad de la libertad
Informativa.
En primer lugar, conviene descubrir el grado de
Presencia del Estado en los medios de comunicación y, lo que
Es también importante, cuál es la tendencia, si al engrandecí
Miento del poder de gestión del Estado o a su reducción.
2. Un aspecto altamente significativo de la acción del
Estado es su penetración en los órganos de decisión de los
Medios informativos.
3. Otras veces, el Gobierno consigue entrar en los medios
De comunicación mediante "fieles" profesionales a su servicio.
Sería, quizás, exagerado hablar de una labor de espionaje en
Los medios de comunicación donde frecuentemente no hay
Nada que espiar, pero sí se puede, y se debe, prestar
Atención a la labor que ocasionalmente realizan auténticos
"relaciones públicas" del Gobierno y también de los
Partidos de la oposición Lah militancia política de los
Profesionales es una violencia ejercida sobre la libertad de
Expresión.
4. Las instituciones políticas mantienen, en ocasiones,
Desprotegidos a los profesionales. Es otro modo de procurar
Su debilidad. El flanco más frágil de los informadores es el
Que les enfrenta con el poder judicial.
5. Hay otra desprotección, la que afecta a los medios, que
Consigue parecidos objetivos.
6. Además de todo eso, las autoridades públicas pueden
Atentar contra la libre información, dando la espalda a los
Informadores y a los medios.
7. Y luego hay que observar la reacción del poder político
Ante la información. Cuando responde con el disgusto y con
La represalia, la libertad de expresión corre peligro. Hay
Políticos a quienes se les indigesta con frecuencia el sapo que
Han de desayunarse cada día e intentan "premiar" y "castigar"
A los periodistas. Ciertos
Sólo está luchando contra su propio futuro, sino también
Poniendo en riesgo una institución fundamental de la sociedad
En libertad.
Estos síntomas de la tentación autoritaria son indicadores
Ciertos de agresiones a la libertad de información o, dicho
Más precisamente, al derecho a la información de los
Ciudadanos en la contienda inevitable entre el poder y los
Medios. Los medios de comunicación deben ser entendidos
Como vehículos para el control social de la acción del
Gobierno y, en general, de todos los poderes.
El propósito de extender, sus posibilidades de control es
Una constante de todo poder público, incluso en las sociedades
Más libres. Salvando las distancias, la información es
Para un Gobierno un objetivo a conquistar tan apetitoso
Como el Parlamento. Si las Cámaras parlamentarias nacieron,
Entre otras cosas, para controlar la acción ejecutiva, a veces
Han sucumbido bajo la capacidad de gestión de los gobiernos,
De tal modo que se ha variado el sentido de la dirección del
Ejercicio de control: no es el Parlamento el que controla al
Gobierno, sino precisamente éste el que controla, a aquél,
Trastocando una regla de oro de la democracia.